Cámara de Zaragoza

¿Qué es la administración electrónica?

¿quÉ es la e-administración?

Las Administraciones Públicas deben evitar que los ciudadanos y empresas soporten cargas administrativas que no sean estrictamente necesarias para el cumplimiento de sus objetivos. Los gestores públicos deben ser conscientes que una prolongación indebida del tiempo dedicado a las obligaciones administrativas nos perjudica a todos y muy especialmente al bienestar de nuestra nación.

España necesita mejorar su productividad y esta depende a su vez de un uso adecuado del tiempo, evitando al máximo los desplazamientos, y haciendo los trámites administrativos lo más ágiles posibles.

Las inversiones en infraestructuras de transporte y el uso intensivo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) son dos ejes privilegiados de la lucha por una mayor pro- ductividad y a ambos vectores está dedicando el Gobierno fondos presupuestarios y esfuerzos organizativos.

Con la política de implantación y desarrollo de las tecnologías de la información y la comuni- cación se moderniza la gestión de las Administraciones Públicas. En este sentido es importante destacar algunas actuaciones:

l Los Planes “Avanza” y “Moderniza”, aprobados a finales de 2005 que han creado infraestruc- turas y recursos comunes para todas las Administraciones Públicas.

l El DNI electrónico, en pleno proceso de implantación.

l La Ley 11/2007 de Acceso Electrónico de los Ciudadanos a los Servicios Públicos, de impor- tancia decisiva en este proceso.

El Plan de reducción de cargas administrativas, que incluye medidas de simplificación de trá- mites y reducción de cargas, así como la puesta en funcionamiento de una ventanilla única que permita realizar todos los trámites necesarios para el acceso y el ejercicio en España de actividades de servicios.

Y en el ámbito del Ministerio de Economía y Hacienda, los Planes Director y de impulso de la Administración electrónica contienen un total de 31 actuaciones comunes y alrededor de 140 proyectos sectoriales, algunos de ellos de especial trascendencia para el servicio a los ciudada- nos. Los proyectos incluidos en los Planes cuentan con un calendario de implantación e infor- mes de seguimientos periódicos para asegurar su eficacia.

 

 

LA LEy 11/2007: UNA NUEvA FOrMA DE ENTENDEr LA ADMINISTrACIóN PúbLICA

Juan Miguel Márquez Fernández. Director general para el impulso de la Administración electrónica. Ministerio de Administraciones Públicas.

En los últimos años hemos asistido a un cambio profundo en la forma en que ciudadanos, empresas y Administraciones se relacionan entre sí. Las nuevas tecnologías han jugado un papel muy relevante en este proceso: la informática, la telefonía fija y móvil, el fax, y más recientemente, Internet, han cambiado ya de manera permanente la forma en que trabajamos, vivimos y nos relacionamos.

En sólo unos pocos años, Internet ha dejado de ser un sitio donde convenía estar para ser un sitio donde es imprescindible operar. Buena parte de las relaciones, informaciones, in- tercambios y negocios se gestionan hoy día en Internet. Y de manera creciente, muchos de ellos, sólo en Internet.

La importancia que ha adquirido Internet no es una cuestión de modas. Ciudadanos y empresas encuentran facilidades y ventajas en el uso de la Red que les hace más atractivo realizar algunas de sus actividades en este nuevo medio que en el mundo físico tradicional.

Si bien en sus orígenes la Red se comportó como una simple extensión del mundo físico, hoy día ya no es así. Internet ha desarrollado características propias que le diferencian claramente de otros medios. Ha demostrado una capacidad asombrosa para almacenar y difundir de manera inmediata todo tipo de informaciones. Nadie discute hoy día su supremacía como fuente de información. Las Webs corporativas, la prensa electrónica, las enciclopedias en línea, combinadas con las capacidades de búsqueda y clasificación que ofrecen los grandes

buscadores de Internet la han convertido en la primera fuente de información del planeta, hasta el punto de que hoy día se puede afirmar que si algo no está en Internet, a efectos prácticos no existe.

Más allá de su capacidad como fuente de información, Internet también es un espacio óp- timo para la realización de determinadas transacciones y así han aparecido negocios como la banca, el comercio o la distribución de determinados bienes por vía electrónica que año tras año aumentan su cuota de mercado y empieza a disputar la supremacía de la que antes disfrutaban los negocios tradicionales en el mundo físico.

También se ha configurado, o está en vías de lograrlo, como el medio preferido por los jóvenes para potenciar las relaciones personales y colectivas. La aparición de lo que ha venido a denominarse Web 2.0 y las redes sociales que sobre este nuevo concepto se han desarro- llado ha abierto una nueva forma de relación entre ciudadanos y empresas, permitiendo, por primera vez, la colaboración y cooperación masiva de manera fluida y ordenada a escala nunca antes conocida.

Con la aparición de blogs, wikis, Web sociales, etiquetado colectivo y otras nuevas formas de expresión y compartición de información, asistimos a la ruptura del modelo jerárquico de relación derivado de los medios de comunicación social previamente existentes. Se im- pone la bidireccionalidad sobre la unidireccionalidad, la multilateralidad selectiva sobre la simple multilateralidad sin control. En este nuevo mundo, la distinción entre consumidores y productores es cada vez más difusa. Cada vez con más frecuencia se es a la vez lector de una noticia y autor de otra, comprador de un bien y diseñador del mismo, productor de una idea y consumidor de otra. Nunca antes, el talento individual y colectivo había tenido tantas oportunidades para expresarse.

Es cierto que no existe un modelo claro de funcionamiento de la Red. No conocemos con precisión los modelos de negocios que garanticen su sostenibilidad automática y, en oca- siones, asistimos a procesos en los que las ideas y los proyectos aparecen y desaparecen con excesiva rapidez.

Pero también es cierto que todos los días aparecen nuevas ideas sobre cómo usar la Red para resolver problemas anteriormente no resueltos, sobre cómo usarla para mejorar la cali- dad de vida de algún que otro colectivo, para ayudar en alguna causa justa o para organizar mejor nuestra vida común.

Parte de las ventajas de la Red se derivan de su lejanía del mundo físico, de la independen- cia de la geografía se tiene en Internet, de que todo se encuentre a “un click de distancia”; de que esté abierta 24 horas al día, 7 días a la semana y de la libertad, facilidad y bajo coste con el que es posible crear y difundir informaciones y servicios en la Red.

Ventajas e inconvenientes seguirán presentes en este nuevo medio, pero nadie duda de que las primeras superan con mucho a las segundas. Es necesario aumentar la seguridad de la Red y la confianza en la misma para que podamos, si lo deseamos, realizar cualquier tipo de transacciones con las mismas garantías que en el mundo físico. Es necesario garantizar que la Red no se convierte en una nueva fuente de desigualdad, que todas las personas tengan acceso a este nuevo medio y que todas pueden beneficiarse de las ventajas que

La Administración electrónica y el servicio a los ciudadanosLa Ley 11/2007: una nueva forma de entender la Administración Pública

se derivan de su utilización. Y es necesario facilitar que las personas, empresas o Adminis- traciones puedan usarlas para crear nuevos y mejores servicios de los que, sin duda, nos beneficiaremos todos.

Las nuevas tecnologías llevan siendo utilizadas por ciudadanos, empresas y Adminis- traciones desde hace más de veinte años: los ordenadores se usaron para mejorar la eficacia y eficiencia interna de empresas y Administraciones, para hacer trabajos que antes no se podían hacer o simplemente para hacer las cosas de siempre pero más rápido y mejor.

Ahora Internet permite, además, hacer las cosas de manera diferente, relacionarnos de manera más creativa, aumentar la transparencia y participación de todos, buscar nuevas soluciones anteriormente inimaginables, aunque para ello es necesario liberar su potencial de transformación. Algunos colectivos sociales, empresas y Administra- ciones ya lo están haciendo. Es el momento de que todos aprovechemos estas nuevas circunstancias.

La administración electrónica y el servicios a los ciudadanos

 

 

 

Última actualización: 6 de julio de 2011

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