Lo urgente y lo importante

Artículo de José Miguel Sánchez Muñoz, director general de la Cámara de Comercio e Industria de Zaragoza, publicado en Heraldo de Aragón el 8 de agosto de 2012.

Los momentos de dificultad económica pueden llevar a confundir lo urgente con lo importante.Y si bien las empresas asumimos que son urgentes tanto una mayor austeridad pública como las reformas y los ajustes, también sabemos de la importancia de la confianza y de los estímulos para poder empezar de nuevo a generar crecimiento económico. Es necesario acabar con un déficit público desbocado, pero no hacerlo a costa de acabar con las bases del crecimiento de la próxima década. La realidad nos enseña que la austeridad sin más puede tener justo el efecto contrario al buscado.

El Gobierno de Mariano Rajoy cumple siete meses al frente de España. Un tiempo suficiente para ver por dónde van a ir las cosas. El contexto es muy duro, con incertidumbres sobre la evolución económica y con el desempleo disparado, y, lo que es peor, es difícil vislumbrar en qué momento la situación va a mejorar. Es cierto que Rajoy ha optado por resolver lo urgente: conocera fondo la situación y poner la casa en orden. Sin embargo, está pendiente lo importante: un paquete de medidas para reactivar la economía y el empleo.

A partir de ahora la prioridad es reactivar la economía, porque si no se genera producto interior bruto, si no existemás riqueza, no se creará empleo. No se trata de ordeñar la vaca cuanto antes, sino de que crezca el pasto para que la vaca se alimente. Si no, no dará leche. A ciertos segmentos de la sociedad sólo les preocupa repartirse la leche; en cambio, las empresas necesitan pasto, pero ese alimento es cada vez más escaso. No habrá nada que repartir, si seguimos así.

¿Cómo puede generarse riqueza desde las empresas? Mediante dos vías. Por una parte, un entorno legal y laboral que facilite la actividad, que genere confianza, donde las reformas resultan básicas. En esta línea, ya se ha aprobado una reforma laboral que, en cuanto la economía crezca, debería contribuira disminuir unas tasas de paro impropias de un país desarrollado. Por otro lado, impulsar políticas de competitividad empresarial que incentiven la internacionalización, la innovación, el emprendimiento y las infraestructuras, políticas, por cierto, muy próximas a las Cámaras de Comercio. Y la premisa para generar esa confianza imprescindible es cerrar de una vez el saneamiento del sector financiero, para que fluya el crédito a las empresas.

Por la parte de la competitividad, resulta un deber irrenunciable para los gobiernos el apoyo a las políticas de salida al exterior de nuestras pymes, para acrecentar la diversificación de nuestra exportación y para elevar el nivel tecnológico de la internacionalización. Lo mismo ocurre con la innovación, que además tiene una vinculación directa con la internacionalización. Las empresas más innovadoras triunfan en el exterior y en Aragón tenemos casos extraordinarios. Quizás por ello las exportaciones se han convertido en el mejor dato económico de Aragón en 2011. Y, cómo no, agitar el emprendimiento, que existan las condiciones para facilitar la creación de una empresa o la ampliación de una pyme. ¿O es que alguien cree que las grandes empresas de hoy empezaron con 500 trabajadores y 500 millones de euros en ventas? Por último, no me olvido de las infraestructuras, porque, a pesar de sonoros dislates durante los últimos años en casi todas las comunidades, quedan problemas por solucionar y además son una palanca fundamental de creación de empleo y riqueza.

Las empresas asumimos el contexto de austeridad que impone una complicada situación económica. También sabemos de la importancia de la confianza para poder empezar a crecer. Pero peleamos por la competitividad todos los días y creemos que es hora de actuar. De actuar contra la crisis, deafrontar lo importante una vez resuelto lo urgente. Dicen que la experiencia no es lo que lo le pasa a un hombre, sino lo que un hombre hace con lo que le pasa. Aprovechemos entonces la experiencia de la crisis. Actuemos sobre lo importante e incentivemos el crecimiento. Está en juego una década.