Muchas empresas dañan su imagen, y también la imagen general de las empresas españolas, por la falta de seriedad y rigor en sus relaciones con clientes extranjeros. Atrasos a la hora de servir pedidos, tardanza en responder a correos electrónicos, falta de formalidad en reuniones, son algunas de las prácticas más frecuentes en este sentido.
Se anima a las pymes para que se internacionalicen, pero quizás no se les insiste lo suficiente en que deben considerar la seriedad en sus tratos con clientes extranjeros como un requisito de máxima prioridad.
Son muchas las prácticas que podríamos mencionar en relación con la falta de seriedad en operaciones internacionales. Empresas que se han comprometido a entregar su mercancía en una fecha determinada pero que se atrasan; empresas que tardan en responder a emails de clientes o potenciales clientes, que están acostumbrados a reaccionar con rapidez, sobre todo en países europeos y en Norteamérica; emails que muchas veces están escritos en un inglés defectuoso que resulta ininteligible; empresas que cancelan con poca antelación una cita concertada desde hace tiempo, o que a veces ni siquiera se molestan en cancelarla, simplemente no se presentan a la cita; etc.
Hay algunas empresas extranjeras –afortunadamente, creemos que pocas- que descartan iniciar un contacto con una empresa cuando ven que es española. “Hemos tenido muy malas experiencias; hemos concertado una reunión y la empresa española no ha aparecido a la cita, sin ninguna explicación”.
Para evitar caer en este tipo de situaciones, las empresas deben valorar primero si se dan las condiciones adecuadas para su internacionalización y asesorarse para constatar que tienen un producto adecuado y competitivo en los mercados internacionales, y que cuentan con los recursos necesarios (financieros y humanos).
Medidas a tener en cuenta
Dentro de la preparación que debe tener una empresa para abordar los mercados internacionales se encuentra la necesidad de actuar con seriedad en sus relaciones con clientes, potenciales clientes y otros agentes con los que se pueda tener relación:
Si se ha quedado en mandar un correo electrónico para un día determinado, se debe cumplir con el compromiso. Son muy dañinos para la imagen de las empresas los retrasos en la entrega de mercancías en relación con los plazos comprometidos. Un retraso puede causar un perjuicio económico serio al importador (que puede tener a su vez compromisos con sus clientes para entregarle la mercancía en una fecha determinada; el retraso puede suponerle una penalización, o la pérdida del contrato). En muchos casos, para la empresa española el atraso supone la pérdida del cliente para siempre. Y la mala fama puede difundirse rápidamente entre la colectividad empresarial.
Las pymes deben internacionalizarse, sí, siendo conscientes de lo importante que es la seriedad en las relaciones con los clientes, en que la seriedad es un requisito imprescindible para la internacionalización.
Fuente: El Blog de Atrium, de Iberglobal