Tras firmar a finales de marzo la parte política, el recién elegido presidente Petró Poroshenko concluye en Bruselas el resto del pacto que contiene el apartado más importante, el económico.
Un acuerdo que sirve a Kiev para estrechar lazos con los 28 pero que hace ocho meses prendió la mecha de la crisis que vive ahora el país.
Con la firma del acuerdo, Kiev se acerca a Bruselas pero se aleja de Moscú. El documento no garantiza la adhesión de Ucrania a la Unión Europea pero desde Rusia esa aproximación a Occidente es vista como una amenaza. El embajador ruso en la Unión Europea, Vladimir Chizhov, asegura que la firma tendrá consecuencias.
“Si Ucrania se asocia con la Unión Europea, estaremos obligados a cambiar el régimen preferencial que tenemos con ellos y pasar a uno normal como el que tienen muchos países entre ellos. Ucrania dejará de disfrutar de un tratamiento especial”, decía Chizhov.
El acuerdo, que también integra a Moldavia y Georgia, creará una zona de libre comercio entre la Unión Europea y esos tres países. Además intentará solucionar el problema energético y sacar tanto a Ucrania como al Viejo Continente de la dependencia del gas ruso.
Fuente: Euronews.