NET: Boletín Internacional de las Cámaras de Comercio de Aragón

nº 170, del 30 de Abril al 6 de Mayo
Toma nota  

Brasil se ha convertido en los últimos años en la sexta economía mundial, con un PIB de 2,5 billones de dólares, gracias, entre otros factores, a la apuesta por la modernización.

El crecimiento sostenido experimentado a lo largo de una década lo ha convertido en uno de los países más atractivos para la inversión directa extranjera –el año pasado recibió 66.700 millones de dólares, un record histórico que situó al país como el cuarto mayor receptor de IED del mundo-.

Para alcanzar esta posición privilegiada, el país ha construido una base económica sólida, con un sector público solvente, un endeudamiento privado limitado, un sistema financiero fiable y un mercado interno de gran recorrido.

El atractivo de Brasil no ha pasado desapercibido a las empresas españolas, que han convertido al gigante suramericano en un importante socio comercial. Así, España se sitúa como el segundo mayor inversor en Brasil, con una cifra superior a los 46.571 millones de euros de 1993 a 2011, sólo superada por Estados Unidos.

Transporte y medio ambiente

Uno de los desafíos a los que se enfrenta Brasil es sin duda la mejora de sus infraestructuras de transporte, clave para incrementar la competitividad de sus exportaciones y promover un mayor desarrollo económico. Actualmente, los costes de logística en Brasil representan entre el 15 y el 18% del PIB, frente al 9% que suponen en los países de la OCDE. Igualmente, el transporte urbano e interurbano sufre unas infraestructuras congestionadas que deben ser modernizadas.

Para hacer frente a estos desafíos, el gobierno federal ha actualizado recientemente su Plan Nacional de Logística y Transporte y diversos gobiernos regionales están desarrollando sus propios planes en el marco del Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), que contempla 80.300 millones de dólares sólo para el sector de transporte para el periodo 2012-2014, incluyendo 15.000 millones para áreas urbanas.

Entre ellos, destacan los proyectos de ferrocarril, como la línea Norte–Sur, la Este–Oeste, la Trasnordestina o el tren de alta velocidad Río-Sao Paulo; los de carreteras federales -se contempla la concesión de 1.800 kilómetros en los próximos meses-, los de aeropuertos y los numerosos proyectos de movilidad urbana, especialmente en las ciudades sede del Mundial, donde se prevén importantes inversiones en ferrocarriles, metros y tranvías.

El sector de saneamiento medioambiental es otro en el que Brasil tiene importantes carencias que solventar y en el que se preven inversiones públicas con el apoyo financiero de las IFIs, incluyendo tanto el tratamiento de aguas y efluentes como la gestión de residuos sólidos.

Aunque la cobertura de suministro de agua ha mejorado en los últimos años, todavía más del 15% de la población no cuenta con acceso a agua potable y casi el 28% carece de alcantarillado. Y, aunque el acceso al servicio de recogida de residuos sólidos está más extendido (hasta el 88% de la población), el 43% de éstos no es tratado correctamente. Para hacer frente a esta situación, el gobierno ha lanzado el ambicioso programa “Agua para Todos” cuyo objetivo es universalizar el acceso al agua potable y a servicios de alcantarillado.

La inversión presupuestada por el gobierno federal en al ámbito de saneamiento ambiental casi alcanza los 22.000 millones de dólares para el periodo 2012-2014: 8.100 millones de dólares para mejorar el acceso al agua potable y 13.800 millones para ampliar la red de alcantarillado y tratamiento de aguas residuales y residuos sólidos.

Fuente: ICEX