NET: Boletín Internacional de las Cámaras de Comercio de Aragón

nº 154, del 26 de diciembre al 1 de enero de 2012
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El 10 de noviembre han concluido las negociaciones para la adhesión de Rusia a la Organización Mundial de Comercio. De esta manera culminan 18 años de negociaciones. Los términos del paquete de adhesión se pueden valorar de forma muy positiva. La principal ganancia, será el sometimiento de Rusia a las normas de la OMC, lo cual incrementará la seguridad jurídica de las transacciones de los operadores extranjeros en el mercado ruso.

El proceso de adhesión de un nuevo miembro a la OMC conlleva la firma de un acuerdo multilateral (que recoge el compromiso de adoptar las normas de la OMC y los períodos transitorios para ello), cuyos términos son concluidos por un Grupo de Trabajo. Este acuerdo multilateral se complementa con acuerdos bilaterales de acceso al mercado con los miembros de la OMC interesados.

Por tanto, el proceso de adhesión es un proceso largo, que en el caso de Rusia ha avanzado en una sucesión de impulsos y calendarios incumplidos. Cuando, en el verano de 2009, las negociaciones para la adhesión de Rusia estaban a punto de concluir, Rusia dio un vuelco al proceso al anunciar la creación de una Unión Aduanera con Bielorrusia y Kazajstán.

Esta unión aduanera, cuyo arancel externo común entró en vigor el uno de enero de 2010, ralentizó el proceso de adhesión al modificar algunos aspectos del comercio exterior ruso que hubo que renegociar para adaptarlos a las normas de la OMC. No obstante, desde 2010 Rusia ha mostrado una mayor voluntad política para comprometerse en el proceso de adhesión, lo cual ha permitido lograr avances en las negociaciones bilaterales y multilaterales. Rusia ha firmado 61 acuerdos bilaterales sobre acceso al mercado de bienes y servicios –entre ellos, uno con la UE (cerrado en noviembre de 2010) y otro con EEUU (septiembre de 2010).

Una cuestión particularmente positiva es que se ha logrado por parte de Rusia la adopción, sin plazos transitorios, de los acuerdos de la OMC en materia de medidas sanitarias y fitosanitarias, de obstáculos técnicos al comercio, de derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio, así como los acuerdos sobre instrumentos de defensa comercial; el acuerdo antidumping, el acuerdo sobre subvenciones y medidas compensatorias y el acuerdo sobre salvaguardias.

En lo que se refiere al acceso a mercados de mercancías, se ha producido una reducción arancelaria media de un 10% a un 7,8%, aunque esta reducción ha sido mayor en productos industriales, donde los aranceles han pasado de un 9,5% a un 7,3%, que en productos agrícolas, cuyo arancel se reduce en media de un 13,2% a un 10,8%.

El desmantelamiento se producirá de forma inmediata para 1/3 de las líneas arancelarias y en tres años para 1/4, estando las demás líneas sometidas a calendarios ad hoc.

De esta manera, la integración en la OMC de la 10ª economía mundial, supone un refuerzo al sistema multilateral de comercio, especialmente importante en la actual situación de crisis en la que el comercio exterior está jugando un papel fundamental como vehículo de recuperación.